- Portada
- Presentación
- Tema 1. Geografía celeste
- Tema 2. Movimiento de rotación
- Tema 3. Coordenadas ecuatoriales
- Tema 4. El modelo de las dos esferas
- Tema 5. La Luna
- Tema 6. Las 4 estaciones
- Tema 7. Relojes de Sol
- Tema 8. Calendarios y eclipses
- Tema 9. Los Planetas. Cinemática
- Tema 10. El Sistema Solar.
- Tema 11. La Tierra y la vida
- Tema 12. Prismáticos y telescopios
- Tema 13. Una noche de observación
- Tema 14. Distancia a las estrellas
- Tema 15. Vida y muerte de las estrellas
- Tema 16. La Vía Láctea
- Tema 17. Galaxias
- Tema 18. Cosmología
- Anexo. Grandes astrónomos
- Bibliografía y Webs
1. Claudio Ptolomeo
CLAUDIO PTOLOMEO (100 – 170)
Vivió y trabajó en Egipto (se cree que en la famosa Biblioteca de Alejandría), dedicándose a los estudios científicos en época de los emperadores Adriano y Antonino Pío. Fue astrólogo y astrónomo, actividades que en esa época estaban íntimamente ligadas; también geógrafo y matemático.
Su concepción del universo fue heredera de la de Platón y Aristóteles aunque su método de trabajo, empirista, fue muy diferente al de ellos.
Su obra cumbre y una de las más importantes en toda la historia de la Ciencia, es un tratado astronómico conocido como Almagesto (nombre que se debe a la traducción de la obra al árabe), en el que hace referencia a la Tierra, inmóvil, como centro del universo. Alrededor de ella giran el Sol, la Luna y los planetas. Para cada uno de ellos construye un sistema de círculos que le permite reproducir los fenómenos observados con mucha fidelidad. En esta obra Ptolomeo aportó también las medidas del Sol y la Luna y un catálogo de 1.022 estrellas. El Almagesto es el broche de oro de toda la Astronomía griega (entre sus predecesores destaca Hiparco de Nicea) y fue el tratado de referencia durante más de mil años, hasta Copérnico.
Publicó unas tablas derivadas de las teorías del Almagesto llamadas Tablas manuales las cuales sólo se conocen por referencias escritas. Fue también un divulgador ya que escribió y publicó su Hipótesis de los planetas en un lenguaje sencillo apto para quienes no dominaban las matemáticas.
Aplicó sus estudios de trigonometría a la construcción de astrolabios y relojes de Sol y sus conocimientos de astronomía en su obra de carácter astrológico Tetrabiblos. En el campo de la óptica exploró las propiedades de la luz, sobre todo, la reflexión y la refracción, aplicando para ello sus conocimientos matemáticos.
Otra obra importantísima fue la Geografía en la que realizó mapas del mundo conocido utilizando por primera vez de forma sistemática la latitud y la longitud que sirvió de ejemplo, a pesar de sus errores, a los cartógrafos durante muchos años. También se interesó por la música y escribió un tratado de teoría musical llamado Harmónicos. Pensaba que las leyes matemáticas subyacían tanto en los sistemas musicales como en los cuerpos celestes, y que ciertos modos e incluso ciertas notas correspondían a planetas específicos, las distancias entre estos y sus movimientos.
De esta manera, a pesar de los errores de sus teorías, Claudio Ptolomeo trató de explicar científicamente los movimientos aparentes de los astros y su método de trabajo fue seguido durante casi 1.500 años.