16.1 Aspecto visual

En noches despejadas y sin Luna se puede apreciar en el cielo una tenue y difusa banda blanquecina que atraviesa unas cuantas constelaciones: es la Vía Láctea.

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Este nombre proviene de su aspecto como de algodón deshilachado, lechoso. Según el mito griego Hércules (hijo de Zeus y de la mortal Alcmena) fue puesto por su padre en el lecho de su dormida esposa Hera para que lo amamantase, pero ésta al darse cuenta de que aquel niño no era suyo retiró bruscamente el pecho y su leche saltó despedida hacia fuera, desparramándose por el cielo.

En otras culturas se inventaron otros mitos. Cierta tribu africana que habita en el desierto de Kalahari cree que la Vía Láctea es el esqueleto, la espina dorsal, que sostiene la bóveda de la noche sobre nosotros impidiendo que caiga. En España y en otros países cristianos se suele conocer como el Camino de Santiago.

Las siguientes imágenes (procedentes del programa Stellarium) recogen las zonas del cielo nocturno en las que se ve la Vía Láctea, con las constelaciones y las principales estrellas. Al igual que el zodíaco, la banda lechosa ocupa una posición fija en la esfera celeste y siempre se ve atravesando unas determinadas parcelas del firmamento, como el Cisne, por ejemplo.

En la figura superior, 16.2, vemos, de derecha a izquierda, cómo ese resplandor difuso se sitúa en Escorpio, Sagitario, el Águila, el Cisne y Casiopea.

En la figura 16.3 vemos envueltas en esa neblina de derecha a izquierda, a Casiopea, Perseo, Auriga, el territorio comprendido entre Orión y Géminis, Monoceros, Can Mayor y aparece ahora a la izquierda y en plena Vía Láctea una constelación invisible desde nuestras latitudes: Puppis que tiene dentro de sus fronteras a la segunda estrella más brillante, Canopus.

Y es que esa mancha blanquecina se extiende por algunas regiones muy próximas al polo Sur (como se ve en la figura 16.4) que nos son poco o nada familiares: a la derecha enlazando con la imagen anterior están Can Mayor y Puppis y luego Vela, Carina (la Quilla), la Cruz del Sur, el Centauro (con la brillante α Centauro, la estrella más próxima, a solo 4,3 años luz) y de nuevo Escorpio y Sagitario, que ya vimos en la primera imagen (figura 16.2), completando así la banda galáctica que es también un cinturón en la esfera celeste. La línea central de la Vía Láctea, su ecuador, es un círculo máximo en ella.

Pero esa banda de luz difusa no es igualmente brillante ni tiene siempre la misma anchura: en Escorpio y Sagitario es muy notable y amplia, en el Águila parece romperse y deja en medio una zona bastante oscura, hacia Casiopea, Perseo y Auriga se hace francamente pobre (sobre todo en Perseo) para retomar una mayor amplitud y brillo en Can Mayor en las siguientes, hasta alcanzar su máximo esplendor, como ya vimos, en Escorpio y Sagitario.

Ejercicio 16.1

Estas dos imágenes tienen el mismo campo visual (10º de ancho). La de arriba es parte de la constelación del Cisne, en plena Vía Láctea y la inferior es una zona muy alejada de ella (Coma Berenices y Canes Venatici). ¿Cuántas estrellas puedes contar en cada una? ¿Hay alguna otra diferencia más?

Puedes hacer tú mismo esta experiencia: una noche en la que la Luna no esté visible, dirige tu contador de estrellas (uno de los trabajos escolares del tema 1) hacia una constelación por la que pase la Vía Láctea y anota el número de estrellas que puedes ver a través de él. Realiza la misma experiencia dirigiendo la vista hacia zonas alejadas. ¿Hay alguna diferencia? ¿Dónde se ven más estrellas?

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La figura 16.7 es una composición o mosaico de fotografías que muestra en su totalidad la esfera celeste y que está centrada en la Vía Láctea tal y como la vemos desde la Tierra. En la figura 16.8, con el mismo formato que la 7, están todas las constelaciones y estrellas visibles desde nuestro planeta sin ayuda de instrumentos, así como la banda central difusa de la Vía Láctea. Fíjate que una de las zonas más alejadas de ella es Coma Berenices (arriba en el centro). En el otro polo galáctico se sitúa Sculptor.

La figura 16.9 es un esquema simplificado de la imagen anterior. En ella están señaladas todas las estrellas de primera magnitud y las que tienen aún mayor brillo, así como los principales objetos del catálogo Messier, quedando indicado con diferentes símbolos si se trata de cúmulos abiertos, cúmulos globulares, nebulosas o galaxias. La elipse central marca los límites aproximados de la banda de la Vía Láctea.

Ejercicio 16.2

En la figura 16.9, cuenta el número de estrellas que hay dentro de los límites de la Vía Láctea, es decir, dentro del óvalo central.

  1. ¿Qué porcentaje representan con respecto al total de estrellas dibujadas?
  2. Haz lo mismo con los cúmulos abiertos que aparecen en la figura. La mayoría de los cúmulos abiertos, ¿se ven cerca o lejos de la Vía Láctea?
  3. Repite el recuento y responde a esta pregunta ¿tienden a verse cerca o lejos de la Vía Láctea c1) las nebulosas, c2) las galaxias y c3) los cúmulos globulares?

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