8.5 Eclipses de Luna

También la Tierra, iluminada por el Sol, produce un cono de sombra y otro de penumbra, mucho más extensos que los provocados por la Luna al tener aquélla un tamaño considerablemente mayor. Cuando la Luna atraviese el cono de sombra dejará de recibir la luz solar y quedará completamente oscurecida dando lugar a un eclipse. Pero si nuestro satélite se sitúa en el interior del cono de penumbra simplemente recibirá algo menos de luz y solo notaremos una ligera disminución en su brillo.

Si colocáramos una pantalla justo a la distancia a la que se encuentre la Luna los conos de sombra y penumbra se proyectarían en ella como dos círculos concéntricos, uno totalmente oscuro y otro parcialmente sombreado:

La línea recta horizontal es la eclíptica y la roja la órbita lunar. Los círculos de sombra y de penumbra tienen su centro justo en el nodo ascendente, lo que indica que el Sol en ese momento ocupa una posición diametralmente opuesta, es decir, estaría en el nodo descendente (posición S2 en la figura 8.15), mientras que la Luna va avanzando de derecha a izquierda y va a alcanzar su nodo ascendente (posición L4 en dicho dibujo). Conforme entra en el cono de penumbra se oscurece algo (es difícil advertirlo a simple vista) pero al contactar con el cono de sombra su parte izquierda va oscureciéndose. Cuando toda ella ha penetrado en el interior del cono de sombra adquiere una coloración rojiza y a medida que sale va recuperando su aspecto habitual. Esta sería la secuencia de un eclipse total de Luna. Esa tonalidad roja se debe a la refracción de los rayos solares en la atmósfera terrestre; de esta forma algunos fotones se cuelan en el cono de sombra y llegan hasta nuestro satélite.

Si en el momento en el que la Luna alcanza el nodo la posición del Sol está algo alejada del otro nodo (y por tanto el centro de los círculos de sombra y de penumbra también se halla desplazado) el eclipse solo será parcial:

Hay un último caso que es muy poco frecuente por cuanto deben darse condiciones muy específicas y es el que ocurre cuando la Luna no llega a tocar el cono de sombra pero sí se interna en el de penumbra: se denomina, lógicamente, eclipse penumbral y es difícil darse cuenta del ligero oscurecimiento de nuestro satélite.

Los eclipses de Luna tienen mayor duración que los solares y, además, son visibles desde todo un hemisferio de la Tierra (el que mira hacia la Luna) y no sólo desde una zona, por lo que es mucho más fácil contemplar un eclipse lunar que uno de Sol. También se ofrecen mapas con las zonas terrestres de visibilidad. Este es el correspondiente al penumbral del 10-11 de febrero de 2017. En las zonas sombreadas no se pudo ver.

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/ce/Visibility_Lunar_Eclipse_2017-02-11.png

Ejercicio 8.7

Una de estas fotografías corresponde a un eclipse lunar y la otra a nuestro satélite, en cierta fase, pero sin eclipse alguno.

  1. ¿Cuál es la del eclipse? ¿Es al comienzo o al final del mismo?
  2. En la otra foto, ¿en qué fase está la Luna?

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Ejercicio 8.8

En esta fotografía de un eclipse lunar se han dibujado los contornos de todo el disco lunar y del cono de sombra producido por la Tierra.

Si el círculo lunar tiene un diámetro de 30’, ¿cuál es el diámetro del círculo que corresponde al cono de sombra de la Tierra?

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Ejercicio 8.9

Aquí tienes dibujados el cono de sombra y el de penumbra de la Tierra, así como la Luna en su posición (1) poco antes de un eclipse. Los puntos blancos indican el avance del centro del satélite de hora en hora.

Dibujando círculos del mismo tamaño que el 1 centrado en los diferentes puntos blancos puedes simular ese eclipse. ¿Llegó a ser total?

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