10. Índice

Hay posiblemente varias razones para la popularidad actual de los temas relacionados con el Sistema Solar. Por ejemplo, la gran difusión de la ciencia-ficción excita nuestra curiosidad hacia los mundos exóticos que descubren las sondas planetarias. Desde otra perspectiva, muchos ven en esta exploración un campo donde poner a prueba de forma pacífica tecnología punta, como grandes cohetes, que de otra forma parecen sólo destinados a la carrera de armamentos. Otros más ven en el Sistema Solar la nueva frontera que Homo Sapiens, como especie dominante en este planeta, está condenado a explorar. Por último, los resultados son una razón de peso: unos presupuestos moderados de sólo dos naciones de la Tierra han conseguido unos avances científicos espectaculares.

Francisco Anguita, Geología planetaria

Hasta ahora hemos podido presentar primero lo que se observa, lo que podemos ver en el cielo, las apariencias, que no requieren ni telescopio ni equipo especial, solo constancia y atención (y cielos despejados, claro). El siguiente paso, intentando seguir de la mejor manera posible una forma de trabajar “científica”, ha sido ordenar, clasificar, estructurar ese cúmulo aparentemente desorganizado de datos que nos proporciona la vista del cielo. Y, por último, hemos dado el paso final que es proponer un modelo teórico (el ejemplo paradigmático es el de las dos esferas, aunque no le va a la zaga el sistema heliocéntrico) dentro del cual tienen cabida, cobran sentido y resultan satisfactoria y coherentemente explicados todos esos fenómenos observados.

El hacerlo así es uno de los pilares de este curso y ha sido elegido deliberadamente, en esencia por motivos pedagógicos: buscamos la comprensión y no la memorización; no nos interesan tanto los datos numéricos exactos ni llegar a un resultado de forma mecánica, pero desprovista de sentido, aplicando sin más el procedimiento que nos han dicho, cuanto el placer de ver cómo todo encaja, cómo los hechos se van acomodando en un esquema sencillo que consigue explicarlos.

Pues bien, este leitmotiv, este eje director, se quiebra a partir de este tema. Las cuestiones que tenemos que abordar de ahora en adelante (masa, densidad, composición química, reacciones nucleares, evolución estelar, cosmología, etc.) ya no aceptan una aproximación intuitiva; tenemos que fiarnos de los datos recogidos por telescopios o por sondas espaciales con tecnología muy avanzada que analizan, no solo lo que se ve, sino otro tipo de información que nos llega a través de ondas electromagnéticas distintas de las de la luz visible. Y también tenemos que confiar ciegamente en los razonamientos de los expertos teóricos que manejan herramientas matemáticas, físicas, químicas, geológicas y biológicas de altos vuelos y que han ido forjando a lo largo de los dos últimos siglos el corpus de conocimientos que aquí pretendemos resumir.

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