- Portada
- Presentación
- Tema 1. Geografía celeste
- Tema 2. Movimiento de rotación
- Tema 3. Coordenadas ecuatoriales
- Tema 4. El modelo de las dos esferas
- Tema 5. La Luna
- Tema 6. Las 4 estaciones
- Tema 7. Relojes de Sol
- Tema 8. Calendarios y eclipses
- Tema 9. Los Planetas. Cinemática
- Tema 10. El Sistema Solar.
- Tema 11. La Tierra y la vida
- Tema 12. Prismáticos y telescopios
- Tema 13. Una noche de observación
- Tema 14. Distancia a las estrellas
- Tema 15. Vida y muerte de las estrellas
- Tema 16. La Vía Láctea
- Tema 17. Galaxias
- Tema 18. Cosmología
- Anexo. Grandes astrónomos
- Bibliografía y Webs
3. Tycho Brahe
TYCHO BRAHE (1546 – 1601)
Nació en el castillo de Knudstrup, Escania (Suecia). Fue un astrónomo danés, considerado el más grande observador del cielo en el período anterior a la invención del telescopio.
Estudió en las universidades de Copenhage y Leipzig, y más tarde en Wittenberg, Rostock, y Basel. Su principal interés se centraba en la alquimia y la astronomía. En 1566 perdió parte de la nariz durante un duelo que mantuvo con otro estudiante de Wittenberg, y durante el resto de su vida llevó una prótesis que disimulaba su defecto. Volvió a Dinamarca en 1570.
En 1572 Tycho observó una nueva estrella (una supernova) en la constelación de Casiopea. Por aquella época se pensaba que los cielos eran inmutables, de acuerdo con la teoría aristotélica, y que las “estrellas nuevas”, de las que se tenían noticia histórica, se debían a fenómenos ocurridos en la atmósfera de la Tierra.
Tycho Brahe demostró que esto no era cierto, se trataba por tanto de una verdadera estrella. Como resultado de su estudio publicó un breve trabajo en el que se ponía en duda la inmutabilidad de los cielos del modelo aristotélico, como lo atestiguaba el nacimiento de la estrella nueva.
En 1574 comenzó a impartir cursos en la Universidad de Copenhage y a relacionarse con otros astrónomos. Llegó a la conclusión de que cualquier avance en astronomía se tenía que apoyar en observaciones más precisas, para lo cual era necesario construir mejores instrumentos.
Con la ayuda del Rey Federico II construyó en la isla de Hven, cerca de Copenhage, un moderno observatorio al que llamó Uraniborg, la ciudad de Urano, que fue el mejor de su época. En él trabajó desde 1576 hasta 1597. El sucesor de Federico II, Cristian IV, se llevaba mal con él y le retiró la subvención. Invitado por el Emperador Rodolfo II, se estableció en Praga donde le ofrecieron el puesto de Matemático Imperial. Inventó nuevos instrumentos y realizó las observaciones más precisas de la posición de los planetas hasta la llegada del telescopio.
Propuso un modelo en el que la Tierra estaba en el centro del Universo, pero con los planetas girando en torno al Sol. Era un sistema más complicado, intermedio entre el de Ptolomeo y el de Copérnico, por lo cual no llegó a prosperar. Fue el último intento de mantener la idea de la Tierra en el centro del Universo. Gracias a las rigurosas observaciones de Tycho que, finalmente y después de su muerte pudo conocer Kepler, éste enunció las tres leyes del movimiento planetario que supusieron un gran avance en el progreso de la Astronomía.