- Portada
- Presentación
- Tema 1. Geografía celeste
- Tema 2. Movimiento de rotación
- Tema 3. Coordenadas ecuatoriales
- Tema 4. El modelo de las dos esferas
- Tema 5. La Luna
- Tema 6. Las 4 estaciones
- Tema 7. Relojes de Sol
- Tema 8. Calendarios y eclipses
- Tema 9. Los Planetas. Cinemática
- Tema 10. El Sistema Solar.
- Tema 11. La Tierra y la vida
- Tema 12. Prismáticos y telescopios
- Tema 13. Una noche de observación
- Tema 14. Distancia a las estrellas
- Tema 15. Vida y muerte de las estrellas
- Tema 16. La Vía Láctea
- Tema 17. Galaxias
- Tema 18. Cosmología
- Anexo. Grandes astrónomos
- Bibliografía y Webs
13.1 La fauna estelar
Las estrellas forman un variado zoo en el que siempre se encuentran curiosidades y casos interesantes. A medida que se fueron observando con detenimiento y de forma sistemática se descubrieron nuevas propiedades.
Para empezar, las estrellas no suelen estar aisladas, sino que es bastante frecuente tropezarse con estrellas dobles: es decir, dos estrellas tan cercanas la una de la otra que, vistas desde la Tierra sin ninguna ayuda óptica, no son distinguibles por separado, de manera que sólo percibimos un único punto de luz. Los telescopios, sin embargo, son capaces de desdoblarlas y de apreciar sus componentes individuales.
Dentro de las estrellas dobles tenemos que distinguir dos casos:
- Las dobles ópticas, son estrellas que aparentemente están muy próximas vistas desde nuestra posición, pero realmente están muy alejados una de otra. Un ejemplo: Adhafera (ζ Leo) está situada en el cuello de esa constelación y apenas a 5’ de distancia angular vemos otra estrella, 35 Leo. Pero esa proximidad es solo aparente; ζ Leo está a 274 años luz de nosotros y en cambio 35 Leo solo a 102. Desde la Tierra las vemos muy juntas pero la distancia real entre ellas es de unos 170 años luz.
- Las dobles físicas o sistemas binarios, son dos o más estrellas que están cerca unas de otras y que interaccionan gravitatoriamente. Si miramos ahora con un telescopio a Mizar observamos que es un conjunto binario formado por Mizar A y B. Puede haber sistemas triples, cuádruples o incluso de más estrellas.
Las dobles físicas son muy importantes en Astrofísica, porque proporcionan casi el único medio de calcular la masa de las estrellas. Algunas dobles son muy curiosas cuando se las observa con un telescopio, ya que pueden apreciarse mejor los colores de cada componente, al contrastar entre sí debido a su cercanía.
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Algunas estrellas dobles físicas famosas son: Albireo (β Cyg), compuesta por una estrella anaranjada y otra verdosa (figura 13.1); Cástor (α Gem), formada por dos estrellas blancas muy próximas (sólo a 2″); la estrella Polar (α UMi), junto a la que aparece una tenue estrella de magnitud 9; Sirio (α CMa), que tiene una compañera (llamada Sirio B) muy pequeña pero casi de su misma masa; y γ Vir, constituida por dos estrellas gemelas de color amarillento.
Otra particularidad bastante corriente entre las estrellas radica en no poseer un brillo constante, sino fluctuante a lo largo del tiempo, con bajadas y subidas. Las que se comportan así se llaman estrellas variables. Las más famosas son Algol (β Per), Mira (o Cet), δ Cep, Betelgeuse (α Ori) y Antares (α Sco). El brillo de Betelgeuse, por ejemplo, oscila lentamente entre un máximo (con magnitud 0,4) y un mínimo (magnitud 1,3) cada 6 años.
El cambio en el brillo se debe, en algunos casos, a que la estrella no está en equilibrio y es intrínsecamente variable, es decir, a veces emite más luz y a veces menos, como le ocurre a δ Cephei. En otros casos se trata sólo de un fenómeno aparente debido a eclipses producidos por alguna compañera cercana (como en el caso de Algol). Las estrellas variables son fundamentales para calcular las distancias en el Universo, como se verá en el tema 14.
Los astrónomos, sean profesionales o aficionados, siguen los cambios en el brillo de las estrellas variables utilizando mapas como los de las figuras del ejercicio 13.1. Son exactamente iguales salvo en el tamaño del punto que representa a la estrella que vamos a estudiar: δ Cephei. En todos esos mapas están indicadas las magnitudes (sin decimales) de algunas otras estrellas próximas para que nos sirvan de comparación.
Ejercicio 13.1
Observando atentamente ambos mapas, tienes que estimar cuál era la magnitud de la estrella δ Cephei en cada uno de ellos. Para ello debes tener en cuenta la magnitud aparente de las estrellas que hay próximas recordando que su valor real hay que dividirlo entre diez. Por ejemplo la estrella ζ con un valor de 36, realmente tiene una luminosidad relativa de 3,6.
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Una vez que se han efectuado muchas observaciones de una misma estrella variable, se procede a estudiar si hay alguna regularidad o algo destacable en los datos recogidos. Para ello suele realizarse la curva de luz de esa estrella, que es una gráfica cartesiana con el tiempo en el eje OX y la magnitud en el eje OY.
Ejercicio 13.2
En la tabla siguiente tienes la magnitud de la estrella Algol a lo largo de algunos días. Confecciona un diagrama cartesiano tiempo/magnitud para los datos de esta tabla.
Día | 0 | 0,5 | 1 | 1,5 | 2 | 2,5 | 3 | 3,5 | 4 |
Magnitud | 3,4 | 2,4 | 2,1 | 2,1 | 2,1 | 2,5 | 3,3 | 2,1 | 2,1 |
Día | 4,5 | 5 | 5,5 | 6 | 6,5 | 7 | 7,5 | 8 | 8,5 |
Magnitud | 2,1 | 2,1 | 2,9 | 2,8 | 2,1 | 2,1 | 2,1 | 2,1 | 3.4 |
Une los puntos mediante una línea continua (la curva de luz de Algol) como lo creas conveniente. ¿Podrías decir cuánto dura el período de oscilación de Algol, el tiempo que pasa desde un mínimo brillo hasta el siguiente mínimo?
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