- Portada
- Presentación
- Tema 1. Geografía celeste
- Tema 2. Movimiento de rotación
- Tema 3. Coordenadas ecuatoriales
- Tema 4. El modelo de las dos esferas
- Tema 5. La Luna
- Tema 6. Las 4 estaciones
- Tema 7. Relojes de Sol
- Tema 8. Calendarios y eclipses
- Tema 9. Los Planetas. Cinemática
- Tema 10. El Sistema Solar.
- Tema 11. La Tierra y la vida
- Tema 12. Prismáticos y telescopios
- Tema 13. Una noche de observación
- Tema 14. Distancia a las estrellas
- Tema 15. Vida y muerte de las estrellas
- Tema 16. La Vía Láctea
- Tema 17. Galaxias
- Tema 18. Cosmología
- Anexo. Grandes astrónomos
- Bibliografía y Webs
14.5 Trabajos escolares
Maqueta de una constelación
Puedes construir una maqueta que represente la posición real de las estrellas de una constelación, como la de Orión.
La base puede ser una plancha de aglomerado de 19 mm de grosor, 30 cm de anchura y 75 cm de longitud. Para los paneles verticales puedes utilizar contrachapado (de 5 mm de grosor, 30 cm de ancho y 30 cm de alto).
Haz un agujero de unos 2 cm de diámetro en el centro del panel vertical delantero, el cual servirá como punto de mira.
En el panel vertical del fondo pega un dibujo de la constelación (como el que hiciste en el tema 2, pero más grande) y dibuja líneas rectas verticales desde cada estrella del dibujo hasta abajo. Une los puntos extremos de esas verticales con el centro del lado delantero de la base (justo debajo del punto de mira).
Sobre cada una de esas líneas horizontales mide, a escala, la distancia que le corresponde a esa estrella y haz una señal. En cada señal clava en vertical una varilla muy fina y coloca en ella una bolita de plastilina. Hay que hacerlo de forma que cada bolita se vea en su sitio cuando se observa a través del punto de mira. Las bolitas de plastilina deben ser más grandes o más pequeñas de forma que se vean, a través del punto de mira, con la magnitud adecuada.
De este modo puedes apreciar que las figuras tan conocidas de las constelaciones sólo las vemos así desde la Tierra, desde el punto de mira. Si observas la maqueta desde cualquier otra posición verás una figura completamente diferente a la familiar de Orión (o de la constelación que hayas elegido). Los supuestos habitantes de algún planeta lejano no reconocerían nuestras constelaciones sino que, seguramente, habrían organizado el cielo según su punto de vista.