- Portada
- Presentación
- Tema 1. Geografía celeste
- Tema 2. Movimiento de rotación
- Tema 3. Coordenadas ecuatoriales
- Tema 4. El modelo de las dos esferas
- Tema 5. La Luna
- Tema 6. Las 4 estaciones
- Tema 7. Relojes de Sol
- Tema 8. Calendarios y eclipses
- Tema 9. Los Planetas. Cinemática
- Tema 10. El Sistema Solar.
- Tema 11. La Tierra y la vida
- Tema 12. Prismáticos y telescopios
- Tema 13. Una noche de observación
- Tema 14. Distancia a las estrellas
- Tema 15. Vida y muerte de las estrellas
- Tema 16. La Vía Láctea
- Tema 17. Galaxias
- Tema 18. Cosmología
- Anexo. Grandes astrónomos
- Bibliografía y Webs
14 Índice
En comparación con la inmensidad del espacio, el sistema solar es un pequeñísimo y compacto conjunto de cuerpos celestes. Pero acostumbrados a considerar las distancias de nuestro propio planeta, creemos que el sistema solar es enorme. Y cuando hablamos de distancias aún mayores, los números en sí resultan demasiado grandes para comprenderlos con facilidad. Por esta razón los astrónomos han tenido que buscar otra unidad de longitud para utilizarla en lugar del metro o el kilómetro. Y la más útil que se ha encontrado hasta el momento ha sido la velocidad de la luz, que se desplaza a 300.000 km/s y recorre la distancia del Sol a la Tierra en poco más de ocho minutos, y del Sol a Plutón en cinco horas y media. Por ello decimos que el Sol está a unos 8 minutos-luz de la Tierra y que Plutón se encuentra a 5,5 horas-luz del Sol. La estrella más próxima al Sol está situada no a segundos, minutos y horas-luz del mismo, sino a una distancia de 4,5 años luz.
¿Cómo averiguar la distancia a la que están las estrellas? Esta pregunta parecía casi imposible de contestar y encontrar su respuesta era imprescindible para intentar comprender cómo es el Universo. Los primeros intentos racionales para responderla se basaban en la comparación entre el brillo del Sol y el de alguna estrella. Si suponemos que Sirio es igual que el Sol, tiene que estar muy lejos para que la veamos como un simple punto de luz. Por este procedimiento sólo se consiguió hacer estimaciones muy poco exactas, que simplemente ponían de manifiesto la enormidad de esas distancias. Pero el ingenio de la especie humana es inagotable, y a partir del siglo XIX surgieron algunos métodos de medición bastante fiables.Colin A. Ronan, Secretos del Cosmos