- Portada
- Presentación
- Tema 1. Geografía celeste
- Tema 2. Movimiento de rotación
- Tema 3. Coordenadas ecuatoriales
- Tema 4. El modelo de las dos esferas
- Tema 5. La Luna
- Tema 6. Las 4 estaciones
- Tema 7. Relojes de Sol
- Tema 8. Calendarios y eclipses
- Tema 9. Los Planetas. Cinemática
- Tema 10. El Sistema Solar.
- Tema 11. La Tierra y la vida
- Tema 12. Prismáticos y telescopios
- Tema 13. Una noche de observación
- Tema 14. Distancia a las estrellas
- Tema 15. Vida y muerte de las estrellas
- Tema 16. La Vía Láctea
- Tema 17. Galaxias
- Tema 18. Cosmología
- Anexo. Grandes astrónomos
- Bibliografía y Webs
5.1 Las fases lunares.
La Luna tiene el aspecto de un disco circular con una parte iluminada que va cambiando de tamaño. La línea que separa la zona brillante de la oscura se llama terminador. Lo más llamativo es la variación de la parte iluminada. Si la observamos a lo largo de un mes completo veremos cómo comienza siendo una débil franja en el borde derecho que va creciendo poco a poco, hasta que en el cuarto creciente toda su mitad derecha está iluminada. Luego sigue haciéndose más y más grande ese lado derecho iluminado hasta que llegamos a contemplar un círculo completo (luna llena). Después todo se repite pero ahora es la zona izquierda de la Luna la que se ve blanca y se va reduciendo paulatinamente, pasando por el cuarto menguante, hasta que se hace totalmente oscura e invisible.
Hay que advertir que el término “luna nueva” es algo equívoco; técnicamente es el instante en el que toda ella está oscura, pero es muy frecuente hablar de “luna nueva” cuando ya comienza a verse por primera vez el estrecho creciente en su lado derecho; gramaticalmente parece más acertada esta segunda acepción.
El ciclo de las fases lunares es muy fácilmente observable y fue utilizado desde las épocas más remotas como calendario, fijando las fiestas, ceremonias o los días de mercado en momentos destacados del ciclo. Las creencias ancestrales imaginaban que la Luna era un ser vivo: parece que “nace”, va creciendo, alcanza su plenitud y luego se va debilitando hasta “morir” al terminar su ciclo, para renacer dando comienzo a un nuevo mes. Por eso hablaban de la edad de la Luna, contando los días desde la luna nueva. Este término se sigue utilizando hoy día; así, una luna de 2 días presentará un muy estrecho creciente, con 7 u 8 días de edad alcanzará el cuarto creciente, a los 15 será llena y con 22 días estará en cuarto menguante.
De una luna nueva a la siguiente, o de llena a llena, trascurren entre 29 y 30 días. Para calcular con más precisión esta duración lo más sencillo es computarla durante varios periodos y hacer la media. En esta tabla se incluyen las fechas de la luna nueva a lo largo de 1996, que fue un año bisiesto, y la duración de cada ciclo:
Hubo 5 meses de 29 días y 6 de 30. Haciendo la media resulta
Mediciones modernas más precisas indican que el mes lunar medio (naturalmente pequeñas irregularidades hacen que no todos los ciclos sean exactamente iguales) tiene una duración de 29 días 12 horas 44 minutos 3 segundos ≈ 29,53 días.
Ejercicio 5.1
Indica la fase y estima la edad de la Luna asociada a cada una de estas imágenes:
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